Recomendamos leer Shogun

El 18 de setiembre a las 17:30 hemos empezado la reunión híbrida (presencial y virtual) del #ClubdeLecturaCEO en donde hemos hablado del bestseller de James Clavell, «Shogun«.

Reunión híbrida -presencial y online a la vez- del Club de Lectura del CEO

James Clavell es el pseudónimo de Charles Edmund Dumaresq Clavell que toma una historia real, la del marinero británico William Adams que en el año de 1600 llegó a Japón, la estudia y la hace suya, utiliza el lenguaje cinematográfico de Hollywood – el típico de las pelis de Marvel o de Cowboys- para crear esta maravilla de libro divertido y comercial. Cada capítulo acaba con un cliffhanger, que hace que no puedas parar de leer. Tuvo tanto éxito, que este guionista hollywoodiense adaptó su libro a serie de Televisión.  Por una vez, hemos contado además con la adaptación del libro a la pequeña pantalla, por el propio autor, prácticamente todos los asistentes hemos leído el libro y /o hemos visto también la serie de televisión, e inmediatamente empezó el debate.

En un mar de letras

En la novela se nota ese discurso de guión cinematográfico de Clavell. Hemos leído distintas ediciones: en inglés 1172pág, en castellano… depende del año de edición, la de Círculo de Lectores de 1981 tiene 886 páginas, la de Plaza Janés de 1981 tiene 638 páginas, la de la biblioteca tiene 911 páginas, todas con el mismo traductor: José Ferrer Aleu. Y claro, la serie de TV tiene 5 episodios de 2 horas cada uno. Y como todos hemos leído una edición y/o formato distinto, hemos tenido un rico intercambio de opiniones.

Las opiniones divididas ¿es una buena adaptación o no? Argumentos a favor encontramos que tanto en el libro como en la serie podemos reconocer frases literales en ambos formatos; al haberse filmado en Japón, y haber visitado el mismo, cuando en la pantalla aparece el Castillo de Osaka alguno ha podido decir «Yo he estado aquí»; aunque la serie ya tiene sus años, los paisajes son fascinantes; sin olvidar la inolvidable interpretación del actor japonés Toshiro Mifune como Toranaga y del actor guaperas de turno (en los 80s) Richard Chamberlain (es el que sale en la portada del libro). Argumentos en contra pues no es una buena adaptación porque la trama y la sub-trama política del libro queda en segundo plano y se centran en la historia de amor, era fácil perderte y no entender el contexto, era como si faltaran piezas del puzzel para entender qué pasaba, además de que no había subtítulos cuando los actores hablaban en japonés; más que una buena adaptación es un spin off del libro.

Un libro con mucha intriga, incluso en la traducción. En «Shogun» la traducción es un arma política, como lo son las cartas náuticas y los libros de ruta -secretos de estado de la época. La intriga política se refleja justamente en los idiomas que se hablan en la novela: japonés, portugués, castellano, holandés, inglés y latín. Tenemos a los Países Bajos -formalmente parte del Reino de España- como aliados de Inglaterra, entre ellos se odian aunque sean protestantes, pero se aguantan porque tienen un enemigo común: España. Aquí tenemos ya 3 idiomas. También están los Jesuitas portugueses y los monjes Franciscanos,  que entre ellos tampoco se pueden ver ni en pintura, aunque tengan un mismo jefe, el Papa. Y por supuesto el Barco Negro, que sale de Portugal, que resulta que en esa época (en la novela) está aún bajo dominio del Reino de España. Obviamente aquí están los otros 3 idiomas: castellano, portugués y latín. Como todo sucede en Japón, el idioma vehicular se supone es el japonés. Pero, para que los personajes puedan comunicarse entre ellos, necesitan intérpretes, traductores. Y si entre ellos se odian, hay conflictos de intereses comerciales, políticos y religiosos… ¿Cuánto se puede confiar en que el intérprete de turno no tergiverse el mensaje?  Cada traductor e intérprete en la novela, traduce desde un contexto diferente, de cada cultura. El padre Jesuita Alvito lo hace desde occidente, y Mariko san desde la cultura japonesa. Ambos cometen el error, alguna vez, de traducir mal, dando su opinión en vez de traducir lo que dice el personaje, el Padre Alvito lo resume muy bien: «hablo su idioma, pero no los entiendo»

Encontrar el Wa

El autor en su momento, en alguna entrevista, ya dijo que se había tomado muchas licencias al escribir su obra, él no intentaba retratar ni describir una época, escribió una novela para vender, eso es «Shogun«. Si bien es fácil reconocer a Tokugawa en el personaje Toranaga, y a Will Adams en el de Blackthorne -el Anjin san- Clavell cambia mucho de la realidad, modificando no sólo a los personajes, sino incluso las costumbres japonesas de la época, las guerras civiles y el nacimiento del shogunato. Es más, uno puede pensar que el protagonista es Blackthorne, pero conforme leemos la obra podemos escuchar a Toranaga decirle al Anjin san ¿te has dado cuenta ya de que el prota soy yo? Shogun, ne?, Shogun soy yo, Toranaga. Hay muchos generalismos sobre la cultura japonesa, el libro es la versión de Hollywood de Japón, un personaje caballeresco -Anjin san- un británico que llega al Japón, casi como un libro que narra una serie del oeste, de cowboys. El concepto del Bushido que leemos en el libro es la versión edulcorada. Si bien Clavell utiliza ese código con audacia al describir las siete emociones – a saber: alegría, cólera, angustia, adoración, dolor, miedo, odio- y que éstas deben ser controladas con paciencia, no profundiza en ellas, sino que las utiliza para hacer avanzar la historia. De la misma manera, el seppuku no es un ritual que  se hiciese un día si y otro también en la realidad, pero en la novela, cada vez que el «guión» lo requería, toma seppuku, y los samurais son retratados como que todos sienten un desprecio hacia los demás, entre ellos se desprecian y sonríen, lo que obviamente no es del todo cierto. Los samurais no eran sádicos que cometían suicidio y asesinaban por la mañana, tarde y noche. No es de extrañar que muchos historiadores no podían leer más allá de las primeras 200 páginas. Pero esa es la audacia de Clavell, tomar la realidad y hacerla ficción, para entretenimiento de los lectores. Y ese discurso suyo hizo mucho para divulgar la existencia de una cultura diferente, muchas personas se interesaron y se animaron a buscar más información. El lenguaje utilizado en el inicio de la novela es sobre todo un recurso narrativo, en donde los samuráis son retratados como bárbaros y sin embargo, esa primera impresión cambia conforme Blackthorne va aprendiendo sobre Japón transformándose en el Anjin san del final de la novela. La obra de Clavell ha hecho más por la divulgación de la cultura japonesa que muchos libros de historia de la época. Como Rurouni Kenshin, el anime y el manga lo hizo en los 90’s, llegando a un nuevo público que también luego de leer el manga, se lanzó con fervor a estudiar e investigar más sobre los samurais, el bushido, el camino del guerrero. Hasta encontrar el Wa, la armonía.

Rumore, rumore

Es hora de hablar de los personajes. Algunas no nos hemos identificado con ninguno de los personajes del libro, la verdad nos alegramos de vivir en nuestra época. Al no ser marineros, ni sacerdotes ni samurais, difícilmente nos identificaremos con ninguno de los personajes en la obra, el sentido del honor de los japoneses es difícil de entender.

Sin embargo, uno de los personajes más sensatos y honrados en la historia es Rodrigues, marinero portugués sin escrúpulos, él va insultando a todos a la cara, por supuesto utilizando el idioma portugués, así la persona insultada no se entera. A no ser que esta persona hable varios idiomas -que haberlos hay los, son los espías, y hay que pillarlos pronto, para no facilitar valiosa información. La información es poder, y Rodrigues es uno de los primeros en facilitar vital información al Anjin san en la novela.

Fujiko es un personaje que apenas es perceptible en la serie de TV,  es como si no estuviese, pero en realidad sí está, al principio se niega a cumplir con la orden de su señor Toranaga, pero luego cambia radicalmente, acepta la orden y se compromete a cumplirla. En el libro el autor le dedica páginas deliciosas que hacen que el lector quede fascinado por esta mujer samurai.

Por supuesto, Toragana, el futuro Shogun, por esa facilidad maquiavélica que tiene de utilizar a sus subordinados como piezas de ajedrez: a éste haré que se suicide para obtener este beneficio, y a este otro, como sé que quiere el divorcio, haré que marche por aquí, aunque luego no le concederé nada. Es un personaje muy rico, un actor de teatro Noh magistral, que sabe ponerse distintas caretas según las situaciones y objetivos; y todos los personajes del libro, Blackthorne y Jesuitas incluidos, bailan a su son.

Los amantes Mariko san y Anjin san, una relación prohibida porque ella es una samurai de muy alto rango casada y su marido, si la descubre, tiene el derecho de matarla. El Anjin san es nuestro marinero británico Blackthorne, un chulo playa que al inicio llama bárbaros a los japoneses -los occidentales que llegan a la isla les llaman monos a los japoneses, para al final repudiar a su esposa Felicity al pensar de que ella no se baña. Si, la limpieza nipona es de lo mejor que nos ha podido pasar a occidente. Eso de no ducharse no es sano, y la verdad, el ofuro y el onsen japonés es una experiencia religiosa. Y Blackthorne pasa de no querer ducharse, a no poder vivir nuevamente con su mujer sólo de pensar que ella no querrá bañarse. Además, ya ha encontrado a la bella samurai Mariko san, que al inicio le considera un bárbaro repugnante -todos los japoneses consideran a los extranjeros, incluidos a los curas jesuitas, unos bárbaros incivilizados y mugrientos apestosos-, pero conforme ella le va enseñando el idioma y las costumbres japonesas, se va lentamente enamorando de ese nuevo Blackthorne, del Anjin san.  Y esa relación es mortal para ella si los descubren.

Y vaya si son descubiertos. Gyoko san, la mama san, es muy observadora, y rápidamente los descubre, y utiliza ese secreto para manipular a Mariko san. En el libro, Gyoko san es capaz de controlarlo todo, y juega un papel importante en la creación del mundo flotante (ukiyo) y las geishas, intrigando con Toranaga en la oportunidad que ese mundo le daría para obtener el poder de la información, siendo esas mujeres sus mejores espías. Vamos, que la masa de espionaje y el nivel de cotilleo de los personajes es muy alto, la información es poder.

Frases del libro que queremos recordar

«El karma es el karma.» (aka Carpe diem, que será, será, whatever will be, will be, esa ley universal que dice que tus acciones-buenas y malas- determinan el futuro del individuo)

«Shigata ga nai.» (aka no se puede evitar/ no importa)

«Mírale, como si tuviera todo el tiempo del mundo.»

«El destino es el destino y la vida no es más que una ilusión.»

«Los hombres necesitan liberarse de sus secretos. Es lo que los diferencia de nosotras, necesitan compartir sus secretos mientras que nosotras los revelamos sólo para obtener alguna ventaja. Con un poco de plata y los oídos bien abiertos todo es muy fácil.»

«El plan es pésimo, peligroso y estoy harto de hacer el papel de animal para el sacrificio, pero vamos allá.»

«Lo bueno que tiene, es impredecible.»

«El faisán no tiene nada que ver con eso.»

«No te odio a ti, sino lo que tú representas.»

Diálogos para la posteridad

  • Padre Alvito: Considero vuestra presencia aquí tan desagradable como vos consideráis la mía.

    Anjin-san: Vuestra presencia no es desagradable, padre. Es el mal que representáis.

 

  • Anjin-san: Es terrible no poder confiar en nadie, ¿eh?

    Mariko: ¡Oh, no, Anjin-san! Lo siento –respondió-. Es una de las normas más importantes de la vida.

  • [Escena cuando Anjin-san le pide que a Mariko que se de un baño con el]: Ahora, su desnudez no le afectaba físicamente. La había visto muchas veces desvestida o solo parcialmente cubierta. Incluso le había visto hacer sus necesidades.

    Mariko: ¿Hay algo más normal Anjin-san? Los cuerpos son normales, y las diferencia entre hombres y mujeres son normales ¿neh?

    Anjin: Si, pero nuestra cultura es diferente.

 

  • [Toranaga preguntando sobre la personalidad de Yabu] Vasallo: Yabu-san es un hombre violento y sin escrúpulos. Tiene destellos de astucia e incluso de gran inteligencia. Es peligroso como enemigo y como aliado.

    Toranaga: Unas virtudes encomiables. ¿Y sus defectos? Vasallo: es un mal administrador. Cobra impuestos excesivos.

 

  • [Toranaga pensando sobre la gente a su alrededor] [….] Toranaga sonreía esperando la lluvia y excitado por el juego de domar a Anjin-san, que era un halcón de alas cortas. Todos son halcones: Mariko, Buntaro, Yabu, Omi, Fujiko, Ochiba, Naga y todos mis hijos e hijas, mujeres y vasallos y todos mis enemigos. Todos son halcones o presas para los halcones. Debo situar a Naga sobre la presa y dejar que se lance en picado. ¿Quién será la presa, Omi o Yabu?

 

  • [Toranaga a Anjin sobre el jardinero] Tu eres el jefe de una casa La ley dice que ningún miembro de tu casa puede desobedecerte. El jardinero quebró deliberadamente la ley. Y todo el mundo se caería a pedazos si se permitiese a la gente violar la ley.

Lo que más nos ha agradado

La ficción de Shogun nos lleva a querer saber más de la historia de Japón y su cultura.

El paisaje, ver el castillo de Osaka.

Punto de entrada, llegar a más gente, difusión de la cultura japonesa.

Libro muy fácil de leer, simple.

Entretenido, a base de temas políticos e intrigas.

Lo que menos nos ha agradado

Muchos nombres, nos perdemos, falta una guía de personajes, un quién es quién.

Que esté escrito por un guionista, diálogos muy Marvel.

El peso del libro en la edición en papel.

No me gustó por los tópicos.

Podría haber sido mejor, es muy comercial.

Diálogos muy frustrantes, cliffhangers.

Te caen mal todos los personajes.

A la serie de TV le falta contexto, serie infumable, muy cansina.

Parte visual de la serie de TV ha quedado muy antigua.

Indignadísima, final abierto. ¡No puede ser que esto acabase así!

Lo recomendamos a…

A los fans de pelis de Hollywood.

A historiadores aficionados.

A quienes les guste la historia de Japón, como iniciación, para interesarse más.

A quienes estén estudiando inglés y japonés.

A quienes quieran descubrir Japón feudal, desde una perspectiva de occidente hacia oriente.

A quienes les guste la intriga política.