El sábado 19 de octubre nos hemos reunido en el Club de Lectura del CEO para hablar de la novela de Lisa See, «La Isla de las Mujeres del Mar«. La autora usa las voces de Young-sook y Mi-ja y junto a ellas nos adentra en el mar de las haenyeo, nos submerge en el mar de Jeju, en el mar de las mujeres buceadoras en apnea. Es la historia de la amistad de estas dos mujeres, la vida las separa y el mar las une.
Nuestra experiencia con el mar es distante, superficial, no somos de ir a la playa, somos más de montaña. Y gracias a Lisa, descubrimos el mar, esa relación tan profunda que tienen con el mar estas mujeres coreanas, descubrimos un mar que infunde respeto. Y estas mujeres, estas haenyeos son para nosotros, lectores, son como diosas, mujeres valientes cuya relación con el mar no es sólo de respeto, sino de amor.
Empezamos la reunión viendo el video que la autora comparte en su web Step inside the island of sea women. Intentamos encontrar un video donde oir el sumbisori de alguna haenyeo, sin éxito. Así que lo intentamos, cerramos los ojos, leemos la descripción que hace la autora de lo que viven las haenyeo, y podemos decir que nuestros sumbisoris son… diferentes.
Conforme avanzamos en la lectura, esperábamos ocurriese un milagro, que las actividades de las haenyeo acabarían bien. Con mucha delicadeza, la autora nos narra el drama de sus vidas, una sociedad matriarcal donde tener un hijo te da categoría, donde las niñas trabajan en el mar para ayudar a pagar el estudio de los niños en casa. De una manera perpetúan el linaje de los hombres. El bulteok, ese espacio femenino donde se transmite oralmente el conocimiento y el saber de las haenyeo, nos recuerda a los centros de trabajo donde sólo hay mujeres, esas fábricas de producción en cadena actual.
En esa sociedad, Mi-ja conoce a Young-sook, y poco a poco nace y crece una amistad fuerte, y ambas se apoyan en cada circunstancia de la vida que les toca vivir. Las Haenyeo son comunistas, no en el sentido político marxista, sino en el de que son mujeres que se preocupan de su comunidad. La líder se preocupa de todas la haenyeo, cada mujer buceadora no está sola, sabe que pertenece a una comunidad que está ahí para ayudarla. Mi-ja, hija de colaboradores de los japoneses, vive con un estigma, una marca de caín que supera al entrar a formar parte de las haenyeo.
Y llega la represión. Si pensábamos que la ocupación japonesa era mala, la represión estadounidense resulta que es peor, juega un papel trascendental en la historia de estas dos amigas. Ellas participan de la manifestación a favor de la creación de una república en Corea, pero los estadounidenses aniquilaron no sólo a las haenyeo, sino a todos los habitantes de Jeju. El dolor de la represión, de tener que callar, de no poder hablar del incidente, lentamente se transforma en ira, impotencia de no poder hacer nada. Y nosotros lectores, con rabia de que el agresor no se muera. Esta represión nos recordó a España, la represión franquista. Aquí, aún pesa esa losa de silencio entre los españoles.
De alguna forma, el personaje de Clara es la medicina de Young-sook y Mi-ja. Ambas amigas tuvieron un deseo cuando fueron madres, y Clara es el fruto de ese deseo. Nos hizo mucha gracia ese momento fan, en el que un libro irrumpe en la vida de toda la isla de Jeju en Corea: Heidi. Aquí en España fue el anime de Heidi lo que irrumpió como una gigantesca ola a toda una generación. Es más, algún integrante del club se enteró durante la reunión (porque no se ha acabado de leer la novela de See) de que el anime de Heidi se basa en la novela de Heidi, la de Johanna Spyri. Ese momento fan en el que comprendemos esa obsesión por Heidi, ese momento Wikipedia buscando esa villa suiza en Jeju, el momento musical «abuelito dime tú«.
Frases del libro que queremos recordar
Entenderlo todo es perdonar
Toda mujer que entra en el mar lleva un ataúd en la espalda
Cáete ocho veces y levántate nueve
Es mejor nacer vaca que nacer mujer
La madre de Young-sook solía decir que el mar era como una madre, mientras que su abuela decía que era mejor que una madre. Con los años, Young-sook ha llegado a la conclusión de que su abuela tenía razón: el mar es mejor que una madre. Por mucho que la ames tu madre puede abandonarte en cualquier momento; en cambio, el mar, tanto si lo amas como si lo odias, siempre estará allí. Siempre. El mar ha sido el centro de su vida. Le ha dado cosas y también se las ha quitado, pero nunca se ha marchado.
Lo que más nos ha agradado
El mar.
Novela interesante que nos explica tiempos interesantes y dramáticos.
Los saltos de tiempo en la narración. Esa intercalación de días 1, 2, 3, 4 y los períodos entre esos días.
El gran trabajo de documentación, la autora se mete en la cabeza de las haenyeo.
Los spoilers durante la reunión del club (un miembro no se leyó el libro porque no es el tipo de libro que leería, la temática de contexto histórico no le llama la atención) le hacen tener ahora ganas de leer el libro.
Como la comunicación por carta era complicado, el comunicarse con los dibujos es buena idea.
El final soberbio, super bien hecho, encajan todas las piezas.
Lo que menos nos agrada
Falta de árbol genealógico, un mapa de relaciones entre personajes.
La portada de la edición en castellano, de la editorial Salamandra. Las portadas de la edición en catalán y en inglés están mucho mejor.
La falta de un encuentro entre Young-sook y Mi-ja y Clara.
Lo recomendamos a…
- los fans del anime de Heidi, que sepan que en Corea es el libro el que cambió e influenció sus vidas.
- a quienes les interesa la cultura coreana
- a quienes les gusta el mar, o lo relacionado con el mar
- a los fachas, para que sepan lo que es una sociedad diferente femenina, y el daño que hace la represión, a ver si así cambian.
- Si te gustó la serie de AppleTV Pachinko, también te gustará este libro.
- a quien le guste un buen drama, a lo Candy Candy, o Romeo y Julieta.
- a todo el mundo, incluso a aquellos a quienes les tire para atrás el contexto real, que dejen ese prejuicio a un lado y se animen a submergirse en esta novela.