El sábado 3 de octubre nos reunimos para comentar el libro Fundación, de Isaac Asimov. Este libro, así como la trilogía a la pertenece, ha inspirado muchas otras obras, como La Guerra de las Galaxias (si creéis que Imperio Galáctico y Rebelión son ideas acuñadas por George Lucas estáis equivocados).
Remontándonos en la estructuración que hace él mismo de su obra, esta trilogía pertenece a un ciclo y el ciclo a su vez a la llamada serie de la Fundación. Dentro de ella, cronológicamente, nos encontramos como primeros libros a la serie de los robots, que también ha inspirado a muchas otras obras, como Yo Robot (basado en el compendio de cuentos recopilados en el libro del mismo nombre).
Expansión por la galaxia y robots, en especial los problemas y desafíos sociales que derivan, son conceptos que le debemos a Asimov…
¿Quién es Isaac Asimov?
Isaac Asimov nació en 1920, en Rusia. Tras su nacimiento, a sus padres les tocó vivir la caída del Imperio Ruso, y su «re-fundación» es decir la fundación de la Unión Soviética (1922) tras la guerra civil rusa. Aunque en 1923 ya se trasladó con sus padres a Estados Unidos, esto marcó las ideas de Asimov.
En su primer trabajo en la tienda de su padre, hojeaba los relatos y revistas de ciencia ficción; así fue como nació su interés. A la edad de 19 años ya consiguió su título universitario de bioquímico, edad en la que también comenzó a publicar sus relatos en las revistas pulp de la época. Posteriormente conseguiría el postgrado y el doctorado, pero su mayor interés continuó siendo el de escritor.
A él le interesaba en especial escribir sobre el futuro, sí, pero no tanto sobre aventuras: futuro, ficción, y el mundo y cronología que diseñó, son para él un camino, un hilo conductor en el que desarrollar su crítica y sus ideas sobre conceptos como humanidad y los errores y desafíos sociales a los que nos enfrentamos y enfrentaremos en el futuro. Pues además de profesor y escritor, era por encima de todo, un humanista, preocupado por cómo afrontaría la sociedad el progreso, y los errores que como sociedad cometemos.
La galaxia de Asimov
Asimov, como humanista, reflexionaba y le preocupaba el porvenir de nuestra sociedad. Por ello, escribía sobre el futuro, con espíritu crítico, casi como un visionario. Una ficción espacial e interestelar donde, a pesar de un futuro muy ulterior y de un escenario mucho más inmenso (la galaxia, planetas, en vez de países), vemos cómo en sociología y política, la humanidad no ha avanzado nada: crisis en su más amplio espectro y revueltas, que continúan sucediendo; ciclos de decadencia que no dejamos atrás en la edad media, sino que se continúan repitiendo; maquinaciones e intrigas por el poder; el feudalismo, la economía, la ciencia, la religión, la ciencia como religión, usados como meros instrumentos de control, instrumentos que se van alternando, cuando uno ha agotado su periodo de vida útil; todo ello como un statu quo perpetuo, intrínseco a la humanidad, una predicción y un panorama sarcástico y sardónico de nuestro destino.
Es no obstante, un relato esperanzador, donde la genialidad individual, las matemáticas, la psicología, y la inteligencia, sobrevenían y se anteponían a estas crisis, a estos problemas; con lentitud, pero a paso firme, imparables, como un reflejo del progreso que nos ha llevado hasta aquí.
En definitiva, un relato inspirador, detectivesco, apasionante y entretenido, donde el lector afronta toda la complejidad de la galaxia de Asimov.
¿Cómo se narra esto?
El libro se divide en 5 capítulos o sucesos trascendentes separados entre sí por varias décadas. Uno de los aspectos que más ha agradado es que iba introduciendo cada capítulo, y en el caso del primero también sus subcapítulos, con uno o varios fragmentos de la enciclopedia galáctica (la misma enciclopedia cuya decisión de crear fue la solución y desenlace del primer episodio); esto ayudaba a establecer el contexto histórico, y revelaba también los trocitos justos de información del problema que iba a acontecer, creando así mismo expectativa. Y es que el autor ha sido un adelantado a su tiempo y un visionario, le ha dado cara y ojos a la ciencia ficción de su género, dándolo a conocer de manera directa o indirecta a través de lo que ha trascendido sobre su obra: toda una generación de películas sobre robots, las leyes de la robótica, series de exploración y/o imperios espaciales… Apoyándose en la historia y el pasado, ha sido capaz de proyectar un futuro con las matemáticas y el conocimiento de su época, y como resultado, a pesar de casi un siglo de diferencia nos sigue pareciendo muy plausible.
El autor es un erudito, y eso se nota en el gran rol que juegan en la historia tanto el conocimiento (y la estadística, algo muy anglosajón) como su ausencia.
Los libros son usados primero como herramienta para transmitir y perdurar el conocimiento, como solución a un problema humano trascendental, y como arma para conseguir una salvaguarda y un logro. Esta «salvación» del conocimiento que se explora en el primer relato, se revela en los siguientes como una fuente de poder, y de ventaja estratégica en todas sus posibilidades.
Por otra parte, el autor retrata un hilo de historia donde, a pesar de situarse en diferentes momentos, contextos, personajes y lugares, no se centra realmente en ellos, sino en toda la humanidad en sí; humanidad y sociedad como masa que comete errores, que olvida, que ignora, donde la historia se repite y donde, como un todo, no hemos aprendido nada.
En esta sociedad, individualmente también poco cambia; las funestas características humanas de siempre se ven reflejadas: egocentrismo, avaricia, búsqueda del propio beneficio, deseo de obtener más poder. El homo economicus continúa estando presente, así como el juego político y el control del relato histórico. También la búsqueda y la preocupación por la inmediatez, dejando los problemas de forma totalmente consciente a las generaciones venideras. Esta despreocupación se ve bien en el primer capítulo, en que además se ve cómo la mayoría de las personas ignoran que estén en una etapa de decadencia, o incluso el concepto de decadencia en sí, como analogía de hoy en día, y donde solo unos pocos son capaces de reflexionar sobre ello.
Se refleja también la fragilidad de las sociedades humanas, transmitiendo que no son tan fuertes o estables como parecieran, sino que en poco tiempo pueden haber cambios, no necesariamente bélicos como en muchas distopías, sino circunstanciales, que alteren sobremanera el statu quo; esos ciclos de decadencia y expansiones, que bien podemos observar remontándonos en la historia, y que pareciese que hemos dejado definitivamente atrás… pero que acechan, expectantes, a la espera de una combinación de factores humanos. En estos ciclos, la importancia que se le da o no se le da a preservación de la ciencia cobra importancia en su alternancia, pero más aún los cambiantes instrumentos de poder, que se abandonan en pro de otro nuevo, que genere nuevas y renovadas formas de mantener controladas a las masas. Algunos de estos instrumentos se ven bien reflejados: la ciencia como progreso, la ciencia como fe, el progreso tecnológico como creador de nuevas necesidades y motor de economía y control de sociedades, el premeditado olvido tecnológico cuando genera una ventaja de control, las religiones y los dogmas como instrumentos de poder…
Algo que podríamos preguntarnos es. ¿Será actualmente el capitalismo un instrumento de control en decadencia? La verdad está ahí afuera… en el futuro.
El futuro de Asimov
Imagina Asimov un futuro que deliberadamente nos crea confusión, resignación, desazón e impotencia: 10000 años en el futuro y sin embargo, como humanidad social no hemos aprendido nada… a nivel de masas, hay una tendencia, y ante ella, somos incapaces e impotentes.
No obstante, también da pie a la esperanza, es algo que busca transmitir: reflexión, consciencia, solución. Paradójicamente, la solución «global» que plantea para la minimización del impacto, se basa en un conjunto de soluciones momentáneas muy «humanas», basadas en los «errores» (¿o lo que nos funciona?) de siempre, nada novedoso como concepto (ciencia, economía, religión…) pero sí en su aplicación en momentos clave y en su entrelazamiento y planificación.
El lector bien pronto sabe cómo finalizarán los acontecimientos en lo que al global de la humanidad se refiere, al menos si le da credibilidad a la ciencia psicohistórica de Hari Seldon. Sin embargo, cada capítulo, y cada reto social, aunque sabes que va a determinar de una determinada manera, genera expectación por lo que va a acaecer, por ir viendo la jugada maestra, jugada que si no vislumbras se revela al final de cada capítulo, en forma de acto final. Esta sorpresa se revela siempre de forma muy agradable, casi te sientes tan realizado como el protagonista del capítulo. Algunos de nuestros lectores han expresado esto mismo: el principio de muchos capítulos era confuso, no de su agrado, y tras leerlo (y verlo) en su totalidad, quedaron encantados.
También han visto y comentado analogías entre el futuro que proyecta Asimov y nuestro presente:
- En la historia de Asimov, la religión como control de masas pero dejando su parte a los intereses económicos; en nuestra actualidad, la televisión e internet como control del pueblo.
- Hay momentos en la historia de Asimov donde deliberadamente interesa enseñar a la gente a no pensar, o donde se excluye la formación e inclusión de cierto tipo de ciencia y científicos; esto lo vemos actualmente: la sobrevaloración de la ciencia, el auge y apuesta en muchos países por el creacionismo y la religión para las masas.
- También los dogmas, no solo religiosos sino también científicos o inclusive como dos partes de lo mismo, son mecanismos de control y salvaguarda del poder; en la actualidad, vemos como dogmas o creencias científicas, basadas más en una fe, una intuición o un sentimiento, están moviendo masas: antivacunas, negación del coronavirus, negación del viaje a la Luna, terraplanismo… estos dogmas son también controlados por intereses económicos, no a nivel de países, pero mueven masas, y generan una economía y un control a parte de la población en la actualidad.
Así que, como conclusión, todo puede pasar… y el futuro de Asimov, también. Con ánimo de doble sentido: La solución está en los libros 😉
Frases del libro que queremos recordar
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Soy Hari Seldon
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La violencia es el último recurso del incompetente.
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Nunca permitas que el sentido de la moral te impida hacer lo que está bien.
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La apariencia de fuerza no es más que una ilusión.
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[La religión] es el instrumento más poderoso que se conoce para controlar hombres y mundos.
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Cualquier dogma, basado primariamente en la fe y en el sentimentalismo, es una arma peligrosa usada sobre los demás, puesto que es imposible garantizar que el arma nunca se vuelva contra el que la emplea.
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Procura ser claro, especialmente si tienes fama de ser sutil.
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Los cortesanos no apuestan contra la habilidad del rey. Existe el mortal peligro de ganar.
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Una pistola atómica es una buena arma, pero puede apuntar en ambas direcciones.
Lo que más nos ha gustado
El principio (los psico-historiadores).
Los capítulos son cortos.
Los cortes del libro. Son como pedazos que hacen que el libro encaje.
El trasfondo. Va a durar 1000 años, sabemos cómo va a acabar porque ha sido predicho. Pero la cuestión es cómo se va a llegar ahí, y cómo irán encajando todas las piezas.
El quinto y último capítulo ha sido el más denso de leer. Pero al final, se ha visto cómo diálogos y conclusiones que en su momento se pasaban por alto, se ponían sobre la mesa, cómo se habían ido gestando todas estas piezas, y cómo han encajado en este rompecabezas, este desenlace, precipitado como los demás, cuidadosamente planeado, evaluado, como en una partida de ajedrez en que te anticipas al rival y le vences… que tenía que suceder, pero que parecía que no fuera a llegar así.
Lo que menos nos ha gustado
A muchos de nuestros lectores no les ha dado tiempo para terminarlo. No es tan ameno, en según qué partes, para leer de forma continuada, cuesta seguir.
Como los capítulos son cortos, se ha profundizado poco en los personajes
La traducción de los años es confusa. Encontrar una buena edición en castellano es difícil. Cuando el dinero está por medio… saben que salga con la calidad que salga, van a vender: es el problema con los bestsellers.
Los personajes femeninos que aparecen lo hacen en situaciones y lugares muy bárbaros
El libro es machista, en el sentido que no hay ningún personaje femenino salvo uno que tiene el papel que tiene… A Isaac Asimov no se le daba bien recrear mujeres, él mismo lo admite, y por ello prácticamente no las incorpora en sus libros.
Sin embargo, esto forma parte del contexto en que escribió el libro.
Lo recomendamos a…
A gente que haya estudiado historia y/o psicología
A quienes les guste la historia
A gente que quiera explorar las relaciones, o posibilidades, entre el poder y la religión
A gente interesada en los tejemanejes de la política.
A lectores de Maquievelo.
A quienes les guste la ciencia ficción desde el punto de vista social y político.
A los fans de Star Wars
A quienes les haya gustado la saga de Mass Efect
Como lectura adicional a los que recién hayan cursado 2º de ESO (hay paralelismo con el contexto histórico-social posterior al medieval que se estudia; sería un buen ejercicio, para analizar la lectura y sacar sus conclusiones).