XVII
Salón del Manga 2011
Crónica del Salón del Manga SÁBADO 29 DE OCTUBRE –
MARTES 1 DE NOVIEMBRE DE 2011
Sábado
29 de octubre, 9.00 AM, una multitud de gente se aglomera
formando una cola de 100, no 200, no tal vez 300 metros. Gente venida
de todos los rincones de nuestra geografía guardan cola
impacientes de ver lo que les espera detrás de las puertas,
todavía cerradas, de La Farga de l'Hospitalet. Antonio, un
universitario venido de Asturias comenta que durante el verano estuvo
trabajando para ahorrar un dinerillo y poder venir al salón,
como él muchos otros hicieron esfuerzos titánicos para
estar allí. Algunos llevan cosplay, otros no, unos van en grupo,
otros en solitario. Para hacer más llevadera la espera comentan
lo que esperan del evento, juegan con sus videoconsolas
portátiles o sencillamente aguardan con la mirada perdida
mientras planifican en sus mentes otakus como distribuir el tiempo
para, una vez dentro, poder hacer el máximo de actividades.
10.00 AM Las
puertas se abren puntualmente y, como hordas de seres venidos del
más allá entran en el recinto ansiosos por descubrir lo
que les aguarda en el interior.
En el espacio principal se reúnen 143 stands de distintas dimensiones
y temáticas esperando clientes a los que ofrecer mangas, animes,
complementos de vestuario, fanzines, videojuegos, artículos
tradicionales importados del país del sol naciente, complementos
para la casa, artículos de dibujo, gadgets, comida japonesa y un
sinfín de artículos inesperados para satisfacer a
cualquier otaku. Se puede encontrar casi de todo (y digo
“casi” porque, todo sea dicho, todavía no he
encontrado un par de números atrasados que me faltan para
completar un par de colecciones que descubrí, tal vez, demasiado
tarde). Como asistente habitual a este tipo de eventos puedo
decir que los stands eran más o menos los de siempre, aunque se
echaba en falta la presencia de La Cúpula ediciones, Panini y
Jonu (que ahora edita como Emon). Por otro lado, pese a la falta de
novedades cabe decir que Planeta tuvo la genial ocurrencia de regalar
maquetas de papel para construir “Thousand Sun” el segundo
barco que utiliza Rufi en “One Piece”.
La gente parece disfrutar del salón y se reencuentran con viejas
amistades que se ven de evento en evento, allí pude coincidir
con Luís, Yoli, Jordi y muchísimos amigos más que,
por distintas razones, sólo coincido en actos de esta
índole. Algunos otakus montaron “kedadas” para
conocerse en persona después de leerse en incontables ocasiones
a través de la red, había gente que ofrecía
abrazos gratis y otros intercambiaban direcciones de correo
electrónico para seguir en contacto.
En el stand de Toei había paneles decorados de One Piece y
Dragon Ball para hacerse fotos haciendo un Kame Hame o apareciendo
retratado en una pared con otros personajes. También
tenían un Chopper gigante.
Más allá del espacio principal, subiendo unas escaleras
que se encontraban al fondo del recinto, se accedía a una serie
de áreas temáticas y a la sala de actos.
Cabe destacar las exposiciones sobre kimonos, samuráis y sobre
la ilustradora española Victoria Francés. La
ambientación la encontré adecuada y el material me
pareció muy interesante.
Junto a las exposiciones se encontraban el taller de juegos, los
talleres de manga y modelismo, la sala de videojuegos, la Showroom
(donde a lo largo de los 4 días se harían todo tipo de
actos y demostraciones) y la sala de actos.
Cerca de La Farga se habilitaron 2 espacios más para completar
las actividades del Salón del Manga. Por un lado el Auditori
Barradas, donde se proyectaron toda suerte de películas y
episodios de anime, ya fueran clásicos como de candente
actualidad. Por otro lado estaba el Poliesportiu del Centre, lugar
destinado a conciertos, concursos de cosplay, karaoke, Para Para,
demostraciones y otros actos diversos. Todos los espacios estaban
conectados por el mangabús.
A lo largo de los 4 días, en distintos stands, diversos autores
e invitados firmaron material para los asistentes. En algunos casos se
exigía que fuera un material concreto, en otros sencillamente
firmaban aquello que los otakus les trajeran.
Hiroshi Hirata (平田弘史),
uno de los autores más emblemáticos en lo que a mangas de
samuráis se refiere, autor entre otras obras de
“Héroes anónimos”, “La rebelión
del emblema”, “La venganza del guerrero
reputado”, “Orgullo de samurái”,
“Promesas rotas” y “Relatos insólitos de
samuráis” mostró su gran talento para la
caligrafía firmando sus obras con pincel y tinta.
Keiichi Hara (原恵一),
Director de “El verano de Coo”,
“Colorful” , algunas películas de
“Doraemon” y 2º director de la serie y director de
muchas películas de “Crayon Shin-chan”,
afirmaba mientras firmaba que uno de los personajes que más le
gustan es este último. Se mostró muy interesado y
agradecido al descubrir que alguna de la gente a quien estaba firmando
estuvieron implicados personalmente en las versiones catalana y
castellana de algunos de sus trabajos. En una entrevista para la
televisión, que se le hizo en el salón, afirmó que
le gustan las obras que se centran en la familia y que es algo que
intenta de algún modo incluir en sus trabajos.
Kazue Katô (加藤和恵),
autora de “Blue Exorcist” Congregó a un gran
número de fans que tras pedir turno recibían el tan
preciado tesoro: un autógrafo suyo.
El gran problema fue que el número de turnos era limitado a 100
por sesión de firmas (muchos de ellos, una media de entre 20 y
30, entregados de antemano a gente de los stands), sólo firmaba
1 autógrafo por persona y, a diferencia de los demás
invitados, no aceptaba ser fotografiada. Hubieron muchas quejas de fans
que se quedaron sin su firma.
Volviendo a la cronología de actividades del evento, a las 3.30 PM, entre cámaras y
móviles gravando, en la sala de actos, se presentó la Gimkana de “Dragon Ball Z Kai”
con el aliciente añadido de poder conocer y escuchar en directo
a algunos de los actores que doblan la versión en catalán
de la serie. Así pues pudimos escuchar en directo leyendo un
guión confeccionado especialmente para la ocasión a Enric
Isasi-Isasmendi, el narrador que escuchamos al principio y al final de
cada uno de los capítulos; Marc Zanni, nuestro Son Goku
particular; Joan Sanz, el gran Vegeta de quien aprendimos a insultar
correctamente en catalán; Domènech Farell, la nueva voz
de Freezer, ya que la anterior voz nos dejó este verano; Josep
Maria Mas, el nuevo Follet Tortuga; Marc Gómez, cantante de la
BSO en catalán de “Bola de Drac Z Kai” y la genial
Mònica Padrós nuestro entrañable pequeño
Son Goku que apareció por sorpresa en el guión.
De la mini charla posterior me gustaría destacar un comentario
de Josep María Mas, quien tras la defunción de
Viçens Manel Domènech se encarga de dar voz al maestro
Mutenroshi. Cuando se le preguntó qué implica coger un
material así dijo: “Es más doblar a un
compañero que a un personaje, prácticamente. Por el
cariño que le teníamos…” Después de
esto pude hablar un momento con Mònica quien me comentó
que le había sorprendido mucho el éxito de convocatoria
que tiene “Bola de Drac”.
Después de esto estuve dando más vueltas por el espacio
principal a la caza de ese tesoro escondido que me aguardaba en
algún rincón de algún stand. (En mi caso un art
book de Slayers). También orbité un rato por la zona de
fanzines donde hice algunas compras interesantes. Un fanzine que me
sorprendió pos su calidad es uno titulado “El cuaderno de
Tesla”.
Llegó el domingo,
día de los cosplays. Otakus venidos de
lejanas páginas, pixels y fotogramas inundaban el salón
con indumentarias coloridas y con maquillajes de lo más dispar.
Algunos de los cosplays eran el resultado de meses de
elaboración, como el de nuestra amiga Alba que lució un
impecable vestido de Nunnally, de Code Geass, elaborado con gran
cariño y precisión milimétrica. Otros, por contra,
se limitaban a llevar una careta de cartulina con algún
emoticono de internet. Realmente el ambiente era digno de ver: Yamcha
se cruzaba con Laguna Loire mientras Felicia (de Darkstakers) les
sacaba una foto, colegialas de institutos japoneses correteaban
mientras Arale y un bebé vestido de Gatchan descansaban en un
rincón. Era un verdadero espectáculo.
Hacia el mediodía, junto al stand de fnac se hizo un campeonato
de “Atchimuite Hoy”
una peculiar versión japonesa
del popular juego de Piedra – Papel – Tijera.
El campeonato
fue muy disputado. Las eliminatorias fuero a 3 victorias, la
semifinales a 5 y la gran final a 7. Los contendientes
planificaban estrategias para distraer o engañar al adversario
mientras Mihoko, la encargada de arbitrar tal competición,
reía a la vez que intentaba discernir si el movimiento realizado
era legal o si alguien había hecho trampa. Finalmente,
después de una final muy ajustada David se erigió como
gran ganador de la justa.
A media tarde, en la showroom, se celebró una iniciación
a la ceremonia del té.
Desde mi perspectiva de veterano en la
cultura oriental me pareció una actividad más bien
aburrida, repetitiva y falta de contenido y contexto, ya que se
limitaba a, de 3 en 3, tomar el té según el protocolo
japonés sin que se diera ninguna explicación adicional
sobre el significado de la ceremonia ni el ambiente en el que se
celebra.
Simultáneamente en el escenario se celebraba uno de los eventos
más esperados del Salón: El
World Cosplay Summit. Los
ganadores fueron una pareja vestida de Fatima y Master Roland de
Luminous Arc 2.
Posteriormente más búsquedas, más encuentros y
decenas de fotos de cosplays verdaderamente elaborados e interesantes.
Del lunes hay un par de cosas que me
gustaría destacar
especialmente:
El concurso de disfraces del Cosplay
que se celebró en el
escenario donde todos los otakus disfrazados, ya fuera de forma
individual o en grupo pudieron sacar a relucir sus cosplays de gala
para emocionar (o no) al paciente público que, sentado en
el suelo del pabellón o apoyado en las paredes, los veía
desfilar e interpretar sus personajes. Especial mención para un
grupo que iban vestidos como Pac Man y los fantasmas del comecocos
quienes hicieron su interpretación con la banda sonora del
videojuego reproducida desde un teléfono móvil.
El genial concierto de Cécile Corbel,
compositora e
intérprete de la banda sonora de Arrietty y el mundo de los
diminutos. Durante el concierto obsequió al público con
algunos de los temas de la película y otros inéditos que
habían sido compuestos para inspirar a los animadores de la
película. Antes de cantar e interpretar los temas con su arpa
celta ofreció breves comentarios sobre cada una de ellos. La
anécdota más interesante del concierto fue que durante
la interpretación de la primera canción, “Arrietty
no uta” se presentaron algunos pequeños problemas
técnicos con el retorno de audio, así que al terminar el
concierto se dirigió al público y dijo que como
compensación por esas pequeñas incidencias
técnicas volvería a interpretar la primera
canción, pero esta vez en versión acústica y en
francés, aunque le gustaría algún día
cantarla también en castellano y en catalán. Fue un concierto
que personalmente me emocionó.
Finalmente llegó
el martes: el último
día de
salón. Ese día en que la mayoría de gente, a la
desesperada, busca aquel material que vio el primer día, pero
que no sabía si comprarlo o no por miedo a quedarse sin
presupuesto para los demás días. La gente seguía
haciendo colas para conseguir firmas de los autores y, como no, yo
también estaba allí pidiendo número para poder
conseguir aquella firma que me había pedido un amigo de fuera o
para poder conocer personalmente a Cécile Corbel.
Cécile Corbel firmó a las 12.00 del mediodía y
allí estaba yo esperando con mi CD de la banda sonora y con un
artículo sobre ella que apareció en una
publicación francesa, que como curiosidad diré, que hasta
ese momento ella no lo había visto publicado. Posteriormente
pude cruzar algunas palabras con ella y me ofrecí para hacer la
adaptación al castellano y al catalán de la
canción de Arrietty y ella muy sorprendida sonrió y me
presentó a su productor, el cual me facilitó su tarjeta
de contacto. (Cuando escribo estas líneas, las adaptaciones se
encuentran en manos de una actriz de musicales que las está
ensayando para grabar una demo para enviarla a Cécile).
Después de esto me acerqué al stand de
Selecta-Visión donde se encontraban 4 de los grandes actores de
doblaje españoles que ponen voz a algunos de nuestros
personajes
de anime, videojuegos, cine y televisión preferidos. Los actores
que asistieron fueron Alfonso Vallés, ¿qué decir
del gran Snake del Metal Gear?; Angel de Gracia, que ha trabajado entre
otros muchos animes en como “Saint Seiya”, “3x3
ojos”, “Nana” y “Evangelion”; Albert
Trifol, uno de los más grandes actores de doblaje con los que
hemos contado en nuestras tierras que seguro que todo el mundo recuerda
como Shinji Ikari entre otros muchísimos personajes y finalmente
Carles Di Blasi que ha trabajado en animes como
“Patlabor”, “Boys Be…”,
“Mazinger”, “Saint Seiya Lost Canvas” y muchos
más.
Después de todo esto, embriagado (y casi mareado) por los 4
días de salón opté por un merecido descanso a la
espera de la clausura en el auditorio con la proyección de
“Arrietty y el mundo de los diminutos”.
Al acabar, todo el mundo se fue con una sensación de
confusión incomprensible. Si bien los autores invitados de este
año no fueron de los más relevantes y algunas actividades
no dieron suficiente de sí, el hecho de saber que esta
edición era la última que se celebraba en La Farga de
L’Hospitalet llenaba de nostalgia a muchos que, como yo, hemos
vivido y visto crecer este evento, en este mismo recinto, durante
muchos años.